
La mujer, residente en Manchester, Reino Unido echa la culpa al videojuego de Nintendo de su adicción actual al sexo. Según ha contado, la mujer se golpeó después de caerse de la tabla de Nintendo, lo que provocó el daño de un nervio, que ha generado un síndrome de excitación sexual permanente, conocido más coloquialmente como adicción al sexo. Ahora, según explica la mujer, necesita al menos diez sesiones de sexo diarias.
Ha explicado también que las cosas más sencillas, como puede ser cualquier vibración la excita sexualmente, lo que en ocasiones la lleva a un orgasmo indirecto.
Al menos la joven se lo toma con humor y dice que “sin cura, sólo puedo intentar controlar mi pasión mediante respiraciones profundas. Espero encontrar algún día a un supermacho que pueda satisfacerme”
